Hoy vamos a ver cómo escanciar correctamente la sidra, una acción que en, mucho casos, parece solamente reservada para quiénes hemos tenido la suerte de nacer en Asturias.
Manos a la obra
Antes de echar el primer culete, hay que tirar con un ligero movimiento de muñeca una pequeña cantidad de sidra al suelo para eliminar los posibles restos de corcho.
Al coger la botella el dedo meñique se coloca en la base. El índice, el corazón y anular en la parte superior y el dedo pulgar en la parte inferior. Debe cogerse la botella suavemente, con las yemas de los dedos.
El vaso al sujetarlo debe de tener dedo pulgar en la parte superior, índice parte inferior y el corazón en la base o culo del vaso.
La posición del cuerpo debe ser derecho, los pies abiertos, con el pie derecho un poco adelantado. Los brazos estirados al máximo. La botella ligeramente adelantada sobre el vértice de la cabeza. El vaso entre el centro del cuerpo y la pierna izquierda.
Al escanciar, la boca de la botella, que al principio mira al cielo, debe de ir bajando poco a poco con la sola ayuda de la muñeca, hasta que caiga la sidra, no debiendo moverse el brazo. El vaso es el que debe buscar al líquido.
Una botella debe de dar para 5 culetes de unos 120 cm3.
El chorro que cae debe de ser uniforme lo suficientemente fuerte para que la sidra choque con el borde del vaso. Nunca se debe mirar la botella, si acaso el vaso, pero lo mejor ojear el tendido.
No hay que apurar la botella, siempre se deja algo y se tira.
Para entrenar, se hace con agua. El mejor método para tener pulso es apoyar la botella en una columna y que la muñeca actúe.
Hay que procurar no acostumbrarse a los vicios de escanciar, no hay que echar la sidra ladeada con el brazo doblado y el vaso a la izquierda del cuerpo (si es derecho).
Hay que repasar, memorizar y…practicar.